Grabado en su ciudad natal, New York City, Lady Gaga resaltará en el mundo del pop con su gira mundial, acompañada con una banda de 10 personas y 10 bailarines. Dirigido por Laurieann Gibson, la coreógrafa de la mayoría de sus videos.
y aqui esta el video completo del documental que recibio 5 nominaciones para los emmy awards
ramses monster
martes, 26 de julio de 2011
sábado, 30 de octubre de 2010
Glee
Glee (del Inglés estadounidense Glee Club: coro, orfeón) es una serie de televisión comedia musical, emitida por la cadena Fox, ganadora del Globo de Oro a la «Mejor serie - comedia o musical» en 2009 y el Premio del Sindicato de Actores de Estados Unidos en la categoría Mejor reparto de televisión-Comedia. La trama se desarrolla en el instituto William McKinley, y los integrantes de un coro, conocido como New Directions.
El episodio piloto fue emitido después de American Idol el 19 de mayo de 2009 y el resto de la temporada, salió al aire a partir del 9 de septiembre de 2009, en emisiones semanales consecutivas. El formato fue creado por Ryan Murphy, Brad Falchuk e Ian Brennan, y al principio fue previsto como una película en lugar de una serie de televisión.
Murphy selecciona toda la música destacada dentro de la serie él mismo, debido a la necesidad de organizar varias coreografías para los números musicales del espectáculo.
En España se transmite a través del canal FOX, Neox y en toda Latinoamérica en Fox, además en TV Abierta en México, TV Azteca y en Chile Canal 13 y UCV Televisión entre otros canales.
Lady Gaga firma contrato con Armani para que la vista en sus próximas actuaciones
Según informó el bloguero Pérez Hilton, admirador confeso y acérrimo defensor de Lady Gaga, la controvertida cantante neoyorkina firmó un acuerdo con la casa de modas Italiana Armani con el cual el diseñador Giorgio Armani se encargará de los nuevos trajes que la intérprete de Alejandro usará en sus próximas presentaciones.
Para nadie es un secreto que Lady Gaga es una fanática de la moda y cada vez que anuncia su asistencia a un evento, es la más esperada en la alfombra roja… Ahora, y gracias al acuerdo recién firmado, Lady Gaga usará vestidos Armani Privé, como el que lució en los Grammy de este año, muy parecido a una representación del sistema solar.
Gaga, quien confió en el inglés Alexander McQueen, inclusive hasta después de su muerte, muchas prendas de su vestuario, ahora lo hará en el italiano Armani, quien seguro tendrá largas sesiones de imaginación para alcanzar la creatividad necesaria y sorprender al público más de lo que lo hizo el argentino Franc Fernández, quien diseñó el controversial vestido de carne cruda.
La mancha
Desde hacía días permanecía inmóvil. La familia seguía expectante a que hiciera algo, a que reaccionara. La semana anterior había tomado la forma de un payaso. Cabezón, con manotas y zapatones. Pero esta semana, nada. Quieta y oscura, había vuelto a ser la simple mancha de humedad que ennegrecía desde siempre una esquina del cielorraso del living.
Con los años, fue adquiriendo formas muy distintas. Una vez, cubrió gran parte de una de las paredes reproduciendo la silueta de un barco pirata; días después se convirtió en un ramillete de flores; fue también un puñal y una nube y un pianito en una esquina, entre garabatos.
Pero ahora, los tres hermanitos estaban consternados. El menor, Ezequiel de tres años, la miraba por momentos ilusionado; tal vez, en una de esas, se movía. Ignacio, de cinco, trataba de darle una explicación lógica: ¡se secó! Pero Esteban, el de ocho, guardó silencio, preocupado. Los padres no lograban consolarlos, era inútil.
La mancha de humedad ya no cambiaba más de forma.
Hasta que una noche, desde la ventana, la luz de la luna acertó en su escondite. Una sustancia pegajosa brotaba del techo; envuelta en una membrana transparente, brillante, con pecas pardas.
Después de varios intentos por despegarse, se dejó caer directo al suelo. Protegida por las sombras de los muebles del living, se aseguró de evitar la luz. Se deslizaba despacio, alerta a cada sonido, a cada imperceptible movimiento del aire. Poco a poco fue dirigiéndose al cuarto de los chicos. Se deslizó por debajo de la puerta hasta acercarse a las camas. Cada acción era medida, para no despertarlos. En eso, oyó un ruido que la sobresaltó.
Era Esteban, que se había dado vuelta dejando caer la mano al piso, a centímetros de ella. Esperó volver a oír los ronquidos, para reanudar su marcha. Pesada, prudente, consiguió lamer la punta de los dedos del muchacho que, rápidamente, giró levantando el brazo, metiéndolo luego dentro de la funda de la almohada. Ciega, y guiada por un olfato exquisito, la mancha seguía el olor de la inocencia. Entonces optó por voltear a su derecha. Allí estaba Ignacio, enredado entre las sábanas, apenas se le asomaban las rodillas. La mancha no podía percibir la intensidad del calor de ese cuerpo, por los confusos pliegues de las telas. Empezó por lo más fácil: la cuna. Ezequiel dormía destapado y extendido en el medio del pequeño colchón con la boca entreabierta, un hilito de baba brillaba en su camino hacia la almohada. Blanda y resbaladiza, trepó los barrotes.
Cuando llegó a la cara, lo embistió por la boca. Sin oportunidad de reaccionar, el chico comenzó a oscurecerse. Los cachetes rosados se tornaron verdosos, luego morados, para después quedar absolutamente negros, como todo el cuerpo. La mancha fue nutriéndose rápidamente. Crecía a medida que el pequeño se disolvía. Apenas quedaron algunos restos pegados a la sábana.
A la mañana siguiente, la madre puso a calentar la leche en un jarrito. Repasó los guardapolvos y llamó a la puerta de los chicos, para despertarlos. Dos golpes despacio y luego tres más intensos. Mientras acomodaba el desayuno en la mesa del living, levantó instintivamente la mirada hacia la esquina del techo. Qué curioso, la mancha había desaparecido.
La mujer frunció el entrecejo y con un vago presentimiento miró en dirección al cuarto de los chicos. Un líquido espeso y granate chorreaba por el dintel de la puerta. Dibujaba, en la blancura de la madera, la sonrisa de un payaso.
Con los años, fue adquiriendo formas muy distintas. Una vez, cubrió gran parte de una de las paredes reproduciendo la silueta de un barco pirata; días después se convirtió en un ramillete de flores; fue también un puñal y una nube y un pianito en una esquina, entre garabatos.
Pero ahora, los tres hermanitos estaban consternados. El menor, Ezequiel de tres años, la miraba por momentos ilusionado; tal vez, en una de esas, se movía. Ignacio, de cinco, trataba de darle una explicación lógica: ¡se secó! Pero Esteban, el de ocho, guardó silencio, preocupado. Los padres no lograban consolarlos, era inútil.
La mancha de humedad ya no cambiaba más de forma.
Hasta que una noche, desde la ventana, la luz de la luna acertó en su escondite. Una sustancia pegajosa brotaba del techo; envuelta en una membrana transparente, brillante, con pecas pardas.
Después de varios intentos por despegarse, se dejó caer directo al suelo. Protegida por las sombras de los muebles del living, se aseguró de evitar la luz. Se deslizaba despacio, alerta a cada sonido, a cada imperceptible movimiento del aire. Poco a poco fue dirigiéndose al cuarto de los chicos. Se deslizó por debajo de la puerta hasta acercarse a las camas. Cada acción era medida, para no despertarlos. En eso, oyó un ruido que la sobresaltó.
Era Esteban, que se había dado vuelta dejando caer la mano al piso, a centímetros de ella. Esperó volver a oír los ronquidos, para reanudar su marcha. Pesada, prudente, consiguió lamer la punta de los dedos del muchacho que, rápidamente, giró levantando el brazo, metiéndolo luego dentro de la funda de la almohada. Ciega, y guiada por un olfato exquisito, la mancha seguía el olor de la inocencia. Entonces optó por voltear a su derecha. Allí estaba Ignacio, enredado entre las sábanas, apenas se le asomaban las rodillas. La mancha no podía percibir la intensidad del calor de ese cuerpo, por los confusos pliegues de las telas. Empezó por lo más fácil: la cuna. Ezequiel dormía destapado y extendido en el medio del pequeño colchón con la boca entreabierta, un hilito de baba brillaba en su camino hacia la almohada. Blanda y resbaladiza, trepó los barrotes.
Cuando llegó a la cara, lo embistió por la boca. Sin oportunidad de reaccionar, el chico comenzó a oscurecerse. Los cachetes rosados se tornaron verdosos, luego morados, para después quedar absolutamente negros, como todo el cuerpo. La mancha fue nutriéndose rápidamente. Crecía a medida que el pequeño se disolvía. Apenas quedaron algunos restos pegados a la sábana.
A la mañana siguiente, la madre puso a calentar la leche en un jarrito. Repasó los guardapolvos y llamó a la puerta de los chicos, para despertarlos. Dos golpes despacio y luego tres más intensos. Mientras acomodaba el desayuno en la mesa del living, levantó instintivamente la mirada hacia la esquina del techo. Qué curioso, la mancha había desaparecido.
La mujer frunció el entrecejo y con un vago presentimiento miró en dirección al cuarto de los chicos. Un líquido espeso y granate chorreaba por el dintel de la puerta. Dibujaba, en la blancura de la madera, la sonrisa de un payaso.
sábado, 23 de octubre de 2010
dance in the dark
Canción interpretada por la cantante estadounidense Lady Gaga, co-escrita y producida por Fernando Garibay, e incluida en el tercer extended play de la cantante, The Fame Monster, de 2009.Compuesta a manera de canción new wave, fue lanzada como sencillo únicamente en Australia y Francia.Previo a esto, la canción fue subida en iTunes de Bélgica, como sencillo promocional del disco en dicho país
monster
Es una canción interpretada por la cantante estadounidense Lady Gaga, escrita por ella misma y producida por RedOne, e incluida en el año 2009 en su tercer extended play, The Fame Monster.
La letra de «Monster» está inspirada en el miedo de la cantante al monstruo del sexo. La canción recibió comentarios mayormente positivos por parte de los críticos de música contemporánea y a pesar de no ser lanzada como sencillo, la canción entró en las listas de Hungría, Nueva Zelanda y Reino Unido.
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